

Conoce a Candia Daniela
Fotógrafa de Bodas
A veces la vida te empuja a tomar decisiones que cambian el rumbo para siempre.
Después de varios años de intentos, trabajos que no me hacían crecer y entrevistas que nunca llevaban a nada, tuve ese momento de claridad: era hora de apostar por mí misma.
La fotografía de bodas siempre me causó interés, pero el síndrome del impostor me hizo creer que no era suficiente. En 2019, una naviera de cruceros me aceptó como fotógrafa. Pensé: “¡Esta es mi gran oportunidad!”.
Pero la realidad fue otra: terminó siendo la peor experiencia laboral de mi vida. Y, paradójicamente, también la más valiosa, porque fue el empujón que necesitaba para emprender.
Invertí en equipo más profesional: una computadora de escritorio y una cámara con mejores prestaciones. Desde ese momento, dejé de esperar que otros me dieran oportunidades… y comencé a crearlas yo misma.
Hoy no me queda duda que las crisis también pueden ser puertas a caminos nuevos y abundantes.

Hace años me propuse conectar con mi cuerpo y llegué a las danzas árabes

Datos curiosillos:





Cuando era niña me aburría la materia de historia, ahora estoy comenzando a leerla por gusto.
Amo los gatos, tengo una gata bicolor con ansiedad que le teme a todo y una siamesa que le gusta el pan.




La marca lleva mi apellido pero soy la copia de mi madre en su juventud.
Por cierto... Candia es mi apellido y es de etimología árabe. ¿Por qué esta al inicio de mi marca? Porque la familia es primero.
